Pues bien, creo que hoy los resultados de unas elecciones al Parlamento Europeo merecen la ocasión. Merecen cierta chispa de ilusión, merecen una bocanada de esperanza y alegría. Dejémonos contagiar de ella, de la idea de un cambio a mejor que sí es posible.
Hoy, 26 de Mayo de 2014, quiero compartir con vosotros mi decisión final: cuando vaya a España el 29 de Agosto, fecha en que tengo mi vuelo, será para quedarme. No para quedarme unos días, o un par de semanas. Para quedarme.
Se acabó el aire contaminado que te mata mientras respiras, la contaminación que no deja pasar el sol y oculta un cielo azul, el glutamato monosódico que prohibimos tantos años atrás por sus efectos cancerígenos, la suciedad, la falta de educación, las malas maneras, el ruido urbano y los gritos sin sentido, el estrés laboral con largas e intensas jornadas encerrado en la oficina, la falta de ganas de un fin de semana igual que el anterior, el esquivar motos kamicaces por la acera...
Y es que a pesar de que tengamos un país corrupto, una economía desastrosa, recortes de derechos fundamentales y todo lo que tú quieras; no hay como vivir en el extranjero para darse cuenta de todas las bondades de nuestra tierra, de nuestra cultura y de nuestras gentes.
Os contaré más acerca de mis planes de futuro en próximas entradas.
Un abrazo a tod@s
PD: en el trabajo aún no lo saben.